CARTA A MIS COMPAÑEROS/AS DE BATALLA DEL 061

Hoy os he visto a todos.

Sin veros os he sentido.  

Cuántas cosas pasamos juntos.

Cuántas vivencias de aquella enfermedad que nos lleno de tantos momentos unidos.

Ya no volverán, porque todo lo malo pasó y nos quedó lo bueno de todo ello. 

Formamos una piña. 

Nos unió un virus desconocido. 

Pasamos horas y horas juntos, tanto trabajando como en los ratos de descanso. Eso era lo que nos fortalecía, nuestra unión. Todos fuimos importantes, porque todos cumplíamos con nuestra labor.

Ahora pasados cuatro años parece que haya sido una eternidad. Cada uno de nosotros tenemos un puesto distinto, en un trabajo distinto... Siempre cerca del mundo de la salud.

Conductores, auxiliares, enfermeros, médicos y más personal... seguimos nuestro camino; ese que aunque separados por nuestro destino, siempre estará presente en nuestra memoria.

Me ha quedado un poso maravilloso, del cual bebo cada vez que pienso en todo aquello que viví con vosotros, compañeros. Me hace sentir bien, me revitaliza, me llena de buenas sensaciones y me hace feliz.

Gracias a todos por haber estado en esos momentos de tanta incertidumbre.

Gracias por seguir estando en mi corazón.

Os nombraría a todos... pero no me gustaría dejar de nombrar a ninguno; sé que  la lista es larga.

Un abrazo allá donde estéis.

Que la vida os siga sonriendo como me sonríe a mí

Lo que hagáis, hacerlo con ganas, con pasión. Así se llega a sentirse pleno.

Nuria Marruedo López

A algunos os veo y mi alegría es inmensa. Saber de vosotras me llena