LAS CULPAS: TUYA, MÍA...

Hoy le respondo a...

(Michel de Montaigne)

"Existe un remedio para cualquier culpa: reconocerla"

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La culpa si es real siempre es bueno el reconocerla y aún creyendo que no es tuya, mejor disculparse; ya no solo para el que pueda tenerla si no para el que se sienta agraviado por ella.

Hay veces que no es tanto la culpa de uno si no de alguien más que interviene. Es ahí en esa discusión de culpas donde se tiene que ser objetivo, ser capaces de ver, pedir disculpas y perdonarse entre quienes se hacen sentir mal.

Reconocimiento, perdón, arrepentimiento. No volver a culpar a nadie por algo que no tiene sentido de ser.

Las culpas a veces son nuestros propios sentimientos, los que nos hacen sufrir y queremos cargarlos en los demás.

Nuestro mal estar por algo que no nos guste es nuestro. La otra persona no tiene el porqué sentirse mal por lo que te hace sentir mal a ti. Todo es relativo y muy subjetivo.

Si somos capaces, podemos ponernos en el lugar del otro para sentirle un poco más.

Un lo siento no es rebajarse ante nada, ni nadie; es tu pesar y reconocimiento por lo mal hecho.

Perdonar a tiempo siempre es un bello sentimiento y un bienestar mutuo.

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