REFLEXIONES DE FE

A MI GRUPO DE CONFIRMACIÓN



 Somos conscientes de lo que hacemos y dejamos de hacer. Nunca estamos libres de culpa. Sabemos cuando lo hacemos, lo que está bien y lo que está mal. No vayamos corriendo a pedir perdón por ello a sabiendas de que lo sabíamos.

Nadie es perfecto, nadie está libre de culpa.

Tan solo nos puede curar el hacer las cosas bien, el que regalemos a los demás; no cuesta ningún esfuerzo. El cristiano da, no quiere recibir. Si somos puros de corazón, nuestras obras estarán llenas de amor. Podemos caer y podemos pedir perdón por ello... pero no volvamos a caer reiteradamente en lo mismo, eso no tiene perdón, aunque el Señor siempre nos perdone. El arrepentimiento cuenta  mucho, pero desde el interior más profundo. No nos engañemos, porque a Él, nunca le podremos engañar. Él siempre nos perdona ¡Que padre no perdona a sus hijos!

Amén ❤️🙏❤️


Feliz día compañeros

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