CONCEDER UN GRAMO DE AMOR
Hoy le respondo a...
(Santa Teresa de Calcuta)
Que nadie venga a ti sin irse mejor y más feliz.
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Si alguien se aleja de ti sintiéndose mal después de darle todo tu amor y todo lo que tú le puedes dar... da por hecho de que no será mala persona por no saber reconocer todo lo que reciba de ti, si no que quizás la vida no le dio la oportunidad de abrir los ojos a su corazón, quizás por haber sufrido demasiado y no saber ver la bondad de los demás. Tengamos paciencia y nunca dejemos de dar. Llegará un día que se darán cuenta y sentirán todo lo bueno que recibieron de quien con su deidad quiso reconfortar su ser y llegó a hacerle sentir feliz. Por la condición de seres humanos, nunca reconocemos o no queremos reconocer. Siempre hay gente buena a tu lado que se da sin condiciones. Abramos bien nuestro corazón, los ojos nunca nos dejan ver la realidad a través de ellos. El paso del tiempo hará ver la realidad tan imposible de creer. Creamos, tengamos fe en ellas. Tu tiempo es tuyo, lo inviertes en lo que tú quieres, nunca se pierde aunque creas que lo has mal empleado con alguien, pues siempre se aprende algo de ello. Cuando una persona te decepciona personalmente porque tú compartas con ella una amistad y luego te sientas decepcionada; eso es más personal. Teresa de Calcuta no se regía por la recompensa de lo dado si no de la satisfacción de haber dado a todos por igual. De dar porque necesitaban de ella, de su amor, de su cariño de sus cuidados, de su fe. Hablo de un sentido más religioso, espiritual... Cada uno tenemos un don. ¡Descubrámoslo si aún no lo hemos descubierto! Como he querido decir antes, el ser humano es egoísta por naturaleza. Cada uno tiene su visión dependiendo de cada una de las cosas que nos hayan sucedido en la vida. Hasta el mejor de los amigos te puede dar la espalda en el momento de más necesidad. No seamos como ellos. La vida es mucho más que eso.
Nuria Marruedo López
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