MIS PAPÁS
Siempre se echa en falta a un padre, siempre. Tenías mal carácter, pero un corazón enorme. Siempre tendré que darte las gracias por recogerme, por ayudarme, por quererme como me querías; era tu manera, como no tenías otra. Te pienso, te recuerdo y te siento. Alguna lágrima derramo por ti, por tu ausencia, por no tenerte cerca de mi. Pero estás, sé que desde mi cielo, tu mirada la tienes puesta en mi. Por eso cuando sueño contigo, todos ellos son placenteros, te acercas a mi para darme cariño desde donde tu estás. Este es mi gran regalo, el tenerte aún sin estar. Tu presencia nunca desaparece de mi lado, sobre todo cuando más necesito que estés. Te quiero papá.
A ti mamá, también te echo en falta, porque aún teniéndote conmigo, no te puedo tener. Tengo tu cuerpo, pero no tu mente, no tus palabras, ni tus abrazos, ni besos; tan solo tengo tu mirada perdida, esa en la que nunca sabré si sientes cuando me ves y me tienes. Aún así, yo te doy los míos y rodeo tu cuerpo con mis brazos, con la esperanza de que en alguno de esos momentos... puedas sentir mi presencia con ese mi diminuto cuerpo, ese que un día a luz lo diste de ti y llenaste de vida. Te quiero mamá
Nuria Marruedo López
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