PILARO, UNA ATLETA COMO NINGUNA

Pilaro, mi querida entrenadora y atleta. Cuantos años han pasado desde entonces. Cuantos recuerdos ya en mi memoria de aquél tiempo tan maravilloso de mi edad infantil; en el que tan solo pensabas llegar al palacio, calzarte las zapatillas, ponerte la ropa y empezar a entrenar junto a tus compañeras y hermana (Esther).

Todo un mundo el del deporte, de cualquiera de ellos, porque este te hace sanar la mente y te cambia por dentro para tener una vida plena de satisfacciones generadas por él y la gente que te rodea.  

Pilaro, ¡qué juventud en tu mirada!, ¡qué sentir del querer hacer en nuestras pistas!, ¡qué carreras, saltos de vayas y longitud! Sentir la velocidad en tu rostro del aire en contra en esos tus sesenta metros lisos. Esos son los mejores recuerdos del atletismo, sus sensaciones... las personas que compartieron contigo esos preciados instantes de tu vida. Porque son eso; instantes en los que diapositiva tras diapositiva, tu mente va pasando mentalmente la vista  por ellas. Cuantos nombres, personas, compañeros, atletas... todos imborrables en el tiempo del que lo vivió intensamente en el paso de la vida en su juventud.

Inculquemos, acerquemos el deporte a los jóvenes de hoy en día a su vida, no saben lo que se pueden perder si no llegan a saborearlo. Que prueben y sientan su sabor, el gusto de esa droga tan sana como es tan simple actividad diaria y no puedan desengancharse ya nunca de ella.

El deporte, el atletismo "es vida".

Gracias a todas esas personas que aun tienen un pequeño resquicio de esos años de su época de atleta incrustado en un huequecito del corazón.

Aunque no os conozca a todos personalmente, sé, que muchos de vosotros, pasasteis por mi lado en mi época aun sin yo darme cuenta entonces; me basta con sentir que estáis ahí día a día, aunque tan solo sea para desear un feliz cumpleaños o dar al me gusta en ese preciso día. Gracias Ángel Villar por mantenernos informados de todos ellos.

Pilaro, hoy al ver tu foto, a mi mente ha llegado tu recuerdo. Hoy mis palabras son gracias a ti y para ti. Gracias por el tiempo que llegaste a ser mi entrenadora, una gran atleta.

Un abrazo enorme.

Nuria Marruedo López