LAS SABIAS MANOS DE UN BUEN PROFESIONAL
Son sus manos las que alivian las tensiones sobre tu cuerpo. Las que recorren tu espalda, tu columna. Con la percepción de sus dedos, descubren y presiona con la intensidad necesaria para ir desentumeciendo y expandiendo las tensiones. Buscan, localizan vértebras y costillas. Las tocan, una a una, siguiendo la señal que les indican. No miran, sienten al tacto su situación. Te van aplastando desde el principio, hasta el final, llegando a las lumbares. Una sensación de aplastamiento placentera. De liberación de tensiones. Siguen después por el nervio ciático, lo van relajando. Cogen una pierna, la rotan, buscan el punto exacto donde tienes… tu músculo, tendón, nervio, para aliviar tu carga. Tus brazos, hombros, codos, falanges. Tientan, notan, sienten la tensión en ellos. Entonces, frotan, frotan y frotan. Tus tendones suenan, como una cuerda de guitarra. Con dolor o sin dolor. Todo es bueno. Tu contractura está aliviada. Son manos sabias, capaces de relajar hasta tu mente. Toda rigidez se esparce al exterior, dejando una sensación de alivio. Desde la cabeza hasta tus pies… Sales renovada por completo. Hasta la siguiente consulta
Nuria Marruedo López
Zaragoza
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