Le penseur (el pensador)
La vida, no es lo que uno quiere.
La vida es, lo que uno acepta cuando le viene.
Aceptar acontecimientos sin desgaste; sean buenos o malos, propios o impropios de las circunstancias.
Nunca todo es del agrado de uno.
Ahí reside el saber hacer, el saber estar, en definitiva... el saber vivir con todo lo que nos da en nuestro camino en ella. El saber aceptarlo.
A veces tendremos que resurgir de nuestras cenizas y volver a empezar de nuevo.
Emprendamos el camino y no desfallezcamos en el intento. Será para bien, seguramente.
Ninguna decisión está mal tomada si sabemos aceptar todas sus consecuencias.
Sin riesgo no hay recompensa. Esperada o no, nunca sabremos si no nos decidimos.
La batalla se sabrá ganada cuando emprendamos la lucha en nuestro interior.
Si no se decide, se espera o se deja pasar... también puede que haya sorpresas y suceda algo nunca esperado.
Todo dependerá de lo que uno haga o deje de hacer.
Hay mucho donde elegir, pero muchas veces viene dado todo... lo bueno y lo malo.
Uno decide donde agarrarse; puede que se haga pie o se caiga al vacío.
Todo un misterio la vida.
Toda ella es apasionante. ¡Vivámosla así!
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