REFLEXIONES DE FE "A MIS COMPAÑEROS/AS"

                                                    UNA DE MIS REUNIONES DE CATEQUESIS

Y tuve mi primera reunión de catequesis...

 ¡Con cuánta ilusión llegué a ella! ¡Con cuánta más salí de allí!

 Robo un poco de tiempo a mi sueño y os dedico éstas pocas líneas para mi grupo de compañeros.

 Unos empiezan su primer curso,  otros como yo, seguimos con el segundo; con la emoción de saber que nuestros niños, comulgarán éste mes de mayo próximo.

Me alegro de nuevo al teneros a todos tan cerquita de mi. Sé que la distancia en éste camino no es impedimento para nada, al contrario. Muchas veces sirve de trampolín para el nuevo reencuentro después del agitado verano.

Me alegro  también de las nuevas compañeras. Sin los que seguimos no sería posible el caminar, *pero sin las nuevas incorporaciones, sería muy difícil el seguir avanzando en éste camino tan maravilloso cómo es el de la Fe. Siempre necesitamos savia nueva para ir fortaleciendo nuestro saber compartido y reavivar nuestros más profundos sentimientos.

 Os animo, desde mi experiencia. Los nervios son inevitables. El pensar interiormente, si yo serviré para esto... Es inevitable. Todos nos lo preguntamos la primera vez. Será el amor y el cariño de vuestros niños el que disipará cualquier bruma de duda  que haya en vuestro pensamiento.

Tengo suerte de teneros, de poder compartir momentos y sentimientos muy distintos e iguales a la vez. Momentos de  luz y cariño interior. Juntos, en nuestro grupo, podemos hablar de todo lo concerniente a nuestra Fe. Momentos, que  en nuestro hacer diario, es difícil compartir con otras personas de nuestro alrededor.

 Os animo a las que habéis empezado en éste camino tan hermoso. A compartir dudas, experiencias, temores... Todo lo que llevéis dentro, todas vuestras preocupaciones. Compartirlo con vuestro grupo. Será más liviano el sentimiento. Todo ello  nace y es fruto de vuestro interior, de vuestro corazón. Nosotros estamos deseando absorber esas ganas locas de empezar que tenéis. Vais a aportar más de lo que vosotras mismas podéis imaginar.

Gracias por querer estar.  

Gracias a ti Javier. Quizás sin tus palabras... No estarían aquí.

Gracias también a Toño, nuestro coordinador. Su papel es tan importante como el de todos. Sus ánimos y hacer por el grupo, son imprescindibles.

No podía olvidarme de ti, Nachete. Gracias por tu fortaleza, me abruma. Tu fuerza me inunda. Tu experiencia con Dios me maravilla. Eres todo un ejemplo de Fe.

Seguiremos hablando, contando y escribiendo anécdotas que nos vayan pasando.


Nuria Marruedo López











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